SUB-ALPINO / ALPINO

Las aves que habitan en los ecosistemas alpinos y subalpinos están condicionadas por el factor altitud, que por encima de los 2000 metros proporciona un clima extremo con frío durante buena parte del año, veranos muy cortos, ausencia de vegetación arborea, fuertes vientos y hielo y nieve en superficie en las cotas más altas durante todo el año.

Bajo estos factores que condicionan y posibilitan unos modos de vida muy específicos a las comunidades animales y vegetales, las aves han desarrollado unas morfologías específicas para adaptarse a este medio tanto a las adversidades climáticas como a la ausencia de alimentación.

De este modo el Lagópodo alpino muda el color de su plumaje a tonos blanquecinos en invierno para camuflarse entre la nieve y en verano es de color pardo grisáceo para no destacar en exceso entre los pastos subalpinos y alpinos. Otras aves pertenecientes al orden de los paseriformes que habitan en este ecosistema son el Acentor alpino y el Bisbita alpino. También son comunes a las praderas alpinas el cuervo común, la alondra, el cernícalo vulgar, las chovas, el roquero rojo y el treparriscos.

Pese a que este tipo de hábitats están poco o nada humanizados, el cambio climático está condicionando a medio plazo la evolución mundial de los ecosistemas alpinos y por ende la supervivencia de las aves que allí habitan.